
En mi experiencia, los clientes no piensan mucho en la nube, ni en el software para ser sinceros en términos de tecnología, sino más bien en términos de los resultados empresariales que les pueden permitir. Por ejemplo, si que piensan en cómo acercarse a sus clientes. Y piensan en ello porque hoy en día los datos están más disponibles que nunca antes en la historia: treinta y un mil millones de usuarios de internet comparten sus acciones y preferencias, 13 mil millones de ellos en las redes sociales. Las compañías pueden analizar el comportamiento de los clientes como nunca antes se había hecho. Miles de millones de sensores en dispositivos, máquinas y productos transfieren volúmenes de datos, permitiendo a las compañías contratar a otras empresas de manera realmente novedosas.
La nube ofrece a las compañías la capacidad de usar la hiperconectividad, conectando dispositivos, datos macro, gente y mucho más de maneras sin precedentes, ayudando a obtener resultados empresariales. Y como la mayoría de estos datos ya están en internet, por ejemplo los clientes subiendo comentarios sobre productos y marcas en las redes sociales tiene sentido trabajar con ellos en un ambiente de nube.
Lo mismo se aplica también para los datos que están siendo enviados por sensores conectados a internet. Consideramos el ejemplo de un activo como una fábrica, o una máquina dentro de la fábrica. Tradicionalmente, un técnico del servicio analizaría la máquina, siguiendo unos determinados procedimientos para el mantenimiento de la máquina y la optimización de su vida útil. En caso de fallo, se encargarían los repuestos y unos técnicos de un servicio externo puede que fueran llamados.
¿Qué pasa si esta máquina le enviara ella misma los datos al fabricante? El fabricante podría usar los datos de todas las máquinas alrededor del mundo para analizar patrones y hacer predicciones sobre los futuros fallos de una manera mucho más eficiente de lo que podría hacerlo el dueño de la máquina. Y si el fabricante tiene confianza en su habilidad para maximizar la vida útil, puede decidir no vender más máquinas, sino que en lugar de ello introducir un servicio garantizado, un aumento de la vida útil y un nivel de servicio y de cobro al cliente por el uso del servicio.
La tecnología en la nube además de ayudar a obtener resultados empresariales, es un modelo que se despliega de manera natural en este tipo de escenario. Muchos sensores de múltiples máquinas están conectados de una manera segura a internet, los datos son extraídos y analizados en tiempo real, y las acciones adecuadas pueden ser tomadas. Así que quizás sin darle importancia, muchas compañías amplían los límites de su modelo de negocio hacia escenarios adaptados para la nube.
Otras industrias, como la industria automotriz, también están cambiando rápidamente hacia tecnologías basadas en la nube. Las aseguradoras pueden conectarse con los conductores basándose en los datos enviados por los coches individuales y adaptar sus precios y sus pólizas de acuerdo con los riesgos del conductor. El fabricante de coches puede monitorizar cómo funciona el coche y hacer sugerencias basándose en el análisis de esta información, así como la enviada por todos los coches vendidos alrededor del mundo.
Las industrias de consumo cambiarán basándose en los datos del consumidor para ofrecer una mejor experiencia. Las compañías de bienes de consumo y de venta al por menor colaborarán para proporcionar una mejor experiencia dentro de las tiendas. Los consumidores obtendrán más información sobre los productos, basándose en sus preferencias, cuando aparecen por la tienda. A la vista de lo comentado anteriormente, podemos afirmar que la nube ayuda a obtener resultados empresariales.
Consideremos el ejemplo de los robots de cocina. Tenemos un robot de cocina en nuestro hogar, y realmente ha simplificado nuestras vidas. El dispositivo le permite a cualquier persona a cocinar por ejemplo, verdadera comida alemana simplemente siguiendo las instrucciones en la pantalla. Planificamos el menú de la semana en nuestro portátil y, por medio de una aplicación del propio robot, dicha planificación semanal genera entonces una lista de la compra que nosotros podemos consultar para comprar la comida que necesitamos para elaboración del menú semanal, y además se puede consultar el dispositivo para revisar el menú de la semana en cualquier momento.
Es fácil ver los siguientes pasos: El robot de cocina podría mandar un pedido automatizado a la cadena de supermercados que eligiéramos. Incluso mejor, si el robot está conectado a la nevera, puede utilizar datos en tiempo real para reponer provisiones. Basándose en las promociones o en la información nutricional, el robot de cocina podría hacer sugerencias dietéticas.
Todo esto requiere la colaboración entre el consumidor, el fabricante y las empresas de bienes de consumo, un escenario perfecto en la nube ayudando a obtener resultados empresariales. Por supuesto, estos modelos de negocio implican más que desarrollar la tecnología, los consumidores necesitan tomar decisiones informadas sobre qué datos compartir y deberían estar protegidos por las leyes de protección de datos. Necesitamos educar a nuestros hijos para usar la tecnología sabiamente y crear un ambiente positivo para el avance de la tecnología en la sociedad.
La nube proporciona nuevas oportunidades para la interacción con los clientes, que los consumidores no dudarán en querer mantener una vez que la tengan. Estamos preparados para compartir nuestras planificaciones de las comidas con los vendedores o con otros. Ahora es cuestión de los fabricantes, de las empresas de bienes y servicios, de los vendedores, de las instituciones sanitarias, entre otros, construir nuevos modelos que rompan las barreras tradicionales que existen entre las industrias. La tecnología ya no es el factor limitante, si nos adaptamos, la nube ayuda a obtener resultados empresariales.
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